Tras un duro entrenamiento de ciclismo, es muy común sentir una especie de dolor y escozor en la zona pélvica. Si somos novatos, nos arriesgamos a aguantar esa sensación hasta que pase con los días. Si nos hemos poco a poco adentrado a la pasión del ciclismo y las bicicletas, entonces tomamos en consideración consejos para evitar estos dolores. Por ejemplo, buscamos de pantalones deportivos especializados con un acolchado en la zona perineal, o cambiamos el sillín tradicional a uno en forma de cuernos para darle comodidad al suelo pélvico.

A veces, para garantizar una técnica más pulcra o prevenir futuros trastornos relacionados con el suelo pélvico, es importante tomar en consideración una serie de factores que compartimos a continuación.

¿Qué es el suelo pélvico y qué impacto tiene nuestro entrenamiento ciclismo?

El suelo pélvico es el conjunto de músculos cuya principal función es sostener y mantener los miembros internos en su lugar. Va desde el monte de venus hasta el ano, e incluye el abdomen trasverso. Otras funciones del suelo pélvico son el control de esfínteres (poder controlar a voluntad ir al baño) y el placer durante las prácticas sexuales.

Cuando hay un exceso de presión en la zona pélvica, como por ejemplo tras montar bicicleta durante varias horas o tener una mala postura en el sillín o tener una talla más pequeña de pantalones deportivos, esta musculatura puede irse debilitando poco a poco. Y en consecuencia, sufrir una serie de malestares incómodos:

  • Incontinencia urinaria o fecal;
  • prolapso (o caída de las vísceras hacia fuera del cuerpo), provocando sentir que, al sentarse, hay un bulto o incomodidad al caminar;
  • dolor durante el coito o disfunción eréctil;

Por otro lado, cuando el exceso de presión en la zona pélvica se ha mantenido durante varios, varios años, se puede sufrir de hipertonía muscular. Es decir, de una especie de contractura pélvica que vuelve incómodo y doloroso el día a día. En el caso de las mujeres, puede ocasionar vaginismo o dispareunia (dolor durante el coito), pérdida de elasticidad tanto de tejidos vaginales como de lubricación y excesiva tensión que imposibilita la entrada de cualquier objeto por la vagina. En el caso de los hombres, puede ocasionar dificultades en la erección como disfunción eréctil o eyaculación precoz, pérdida de calidad y cantidad de espermatozoides, y malestar a la hora de orinar o estreñimientos. 

Consejos para un suelo pélvico saludable

Para prevenir la hipotonía e hipertonía del suelo pélvico debido al exceso de presión al montar una bicicleta, es importante tomar en cuenta una serie de consejos para fortalecer el suelo pélvico.

  • Cuidar la posición al montar la bicicleta. El apoyo de la pelvis sobre el sillín requiere estar sobre los dos isquiones, transmitiendo la fuerza desde el Core hasta el tren inferior y de éste al pedal. A mayor apoyo, mayor rendimiento y menor descompensaciones y lesiones locales.
  • Elegir un sillín adecuado a favor del suelo pélvico. El objetivo es que no se sienta con presión excesiva constante. Para saber cuál es el sillín adecuado, se recomienda uno en forma de cuerno y en donde los isquiones puedan acoplarse en el apoyo. Mientras más se acopla al cuerpo (o arqueados), los isquiones se separan y más apoyo recibe la zona del pubis.
  • La ropa deportiva adecuada. Es decir, elegir pantalones deportivos de la talla adecuada para prevenir que la tela y costuras aprieten la zona pélvica. También añadir a los pantalones deportivos la badana del culote, elegiéndola en función de nuestra anatomía, peso y variabilidades como grosor, densidad, tipo de relleno, etc.
  • Entrenamiento del suelo pélvico (además del entrenamiento de ciclismo), a través de ejercicios de hipopresivos con gimnasia abdominal hipopresiva, activación del trasverso del abdomen, ejercicios de Kegel para hombres y mujeres al contraer el propio suelo pélvico, uso de las bolas chinas para mujeres, entre otros.

Michael Walsh,

Runnek,

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